
Formación Universitaria: la diversidad como valor y convencimiento, no solo como compromiso- Ocho profesionales de la institución académica nos cuentan cómo se gestiona la diversidad desde la misión y el propósito

Los ocho profesionales de Formación Universitaria que nos hablan de la gestión de la diversidad en la empresa
Las empresas se encuentran en un momento, en una encrucijada histórica para su futuro. Los avances, la aceleración y la disrupción tecnológica de las últimas décadas han provocado la convivencia de cuatro generaciones distintas dentro de las organizaciones.
Todo un reto en la gestión de las personas y los equipos, algo que no había sucedido antes, a la vez que una oportunidad de diferenciación y crecimiento en un mundo interconectado y globalizado. Existe un gran consenso entre los expertos al señalar que en la óptima gestión de la diversidad generacional y cultural se encuentra la clave de gran parte del éxito de las corporaciones de hoy y, mucho más, de mañana.
En Mercados21 queremos saber cómo se gestiona la diversidad desde sus diferentes ángulos, cómo se arma este complejo puzle, en una institución formativa y académica. Cómo es la gestión de las personas en una organización que tiene como materia prima de trabajo el conocimiento y las personas, en este caso, los estudiantes.
Proponemos al lector que nos acompañe en este reportaje de inmersión a conocer de forma cercana la experiencia de ocho profesionales de Formación Universitaria, corporación de referencia y pionera en formación a distancia y elearning en España, con distintas edades y de distintas generaciones. Este texto surge de la conversación, del diálogo, la reflexión y también el debate cruzado entre el periodista y Rosalía Ventura y Estefanía García (Generación Baby Boomer); María José Llorente y Miguel Martín (Generación X); Estefanía Pérez y David Palomo (Milenial); y Lara Atalaya y David Anaya (Generación Z).
Creatividad y aprendizaje continuo
La primera de las cuestiones es común para todos: ¿qué función desarrollan dentro de la empresa y qué valores destacan de Formación Universitaria a la hora de coordinar un equipo tan diverso integrado por más de 250 personas y cuatro generaciones distintas?
Abre la ronda Estefanía Pérez, coordinadora y responsable del call center encargado de atender los Cursos adaptados a los Certificados de Profesionalidad y Programas de Formación Continua con acreditación Universitaria, para quien la incorporación de personas de generaciones más jóvenes “ha enriquecido a Formación Universitaria y le ha cambiado la piel. Se abren nuevas oportunidades ya que, cada una de las generaciones que se ha ido incorporando de una u otra manera, cada una con sus valores y preferencias, siempre ha buscado aportar soluciones”. Soluciones que, a su juicio, han estado presididas “por la creatividad y el talento, como institución académica volcada y orientada en todo momento al alumno”.
Lara Atalaya y David Anaya son los integrantes de la mesa de diálogo más jóvenes, encuadrados dentro de la Generación Z, es decir, nacidos ya en plena expansión tecnológica. Pedagoga y con máster universitario sobre Educación, ella; y graduado en ADE, él, pertenecen a los departamentos Académicos y de Administración, respectivamente.
Ambos aseguran que su generación enfoca la vida con menos cargas fijas que otras anteriores y que prestan atención a la conciliación entre su vida personal y laboral.
Pero, sobre todo, hacen hincapié en la necesidad de crecer y desarrollarse. Consideran que aportan a la empresa nuevas ópticas y puntos de vista y que, a diferencia de generaciones anteriores, “ellos son más de acción, de lanzar ideas de forma constante para llevarlas a cabo en la medida de lo posible”.
Esto hace, incide Lara, “que las empresas sean más ágiles y vean la relación prueba/error desde una nueva perspectiva”. Al hilo de ello, David recalca que, si una idea tiene visos de poder implementarse, “ellos se lanzan para adelante”. Y aseguran los dos que en Formación Universitaria han encontrado el ecosistema y el clima empresarial y laboral propicio para proponer nuevas ideas, nuevas actividades, en una especie de brainstorming productivo, que están contribuyendo a fortalecer sus respectivos departamentos.
El empuje y la proactividad se acrisola también con la experiencia que dan los años en la organización. Son los casos de Rosalía Ventura y Estefanía García, con amplio recorrido en Formación Universitaria. La trayectoria de Rosalía es buen ejemplo de ello. Ha trabajado y crecido dentro de la empresa, en la que ha tenido la oportunidad de participar en seis departamentos diferentes, hasta llegar a su actual puesto en el área de Tramitaciones. Algo similar ha vivido Estefanía, que desempeña su cometido en el Departamento de Orientación Profesional.
Rosalía habla de la “frescura y la facilidad con la que se comunican y hacen equipo los más jóvenes, lo que hace que la institución esté en permanente actualización. En un equilibrio constante entre el nuevo impulso y la estabilidad que damos los más veteranos para remar todos en la misma dirección”. Palabras que confirma Estefanía cuando sostiene que “pertenezcamos al departamento que pertenezcamos, y cada trabajador con sus funciones, todos participamos de la misma filosofía empresarial y corporativa. Esto hace que tengamos una visión y unos objetivos claros”.
A esto agrega David Palomo, de la Generación Milenial, que comenzó en prácticas y ahora trabaja dentro del equipo comercial en la realización de acciones de marketing y campañas, “que en Formación Universitaria hay oportunidades de mejora continua, de crecimiento personal, dentro de un marco de relaciones basadas en la sinceridad. Algo que es muy positivo y que debe valorarse”.
La Generación X se ha convertido desde la perspectiva de los sociólogos en una generación ancla o bisagra. En ella se encuadran María José Llorente, que realiza su labor en el call center de Orientación al Alumno y Miguel Martín, del área Editorial y Publicaciones. Ambos con amplio recorrido laboral dentro de la compañía.
“Creatividad, talento y agilidad son activos fundamentales en las organizaciones que impulsan la diversidad de forma consciente”
María José destaca que en Formación Universitaria “la edad no existe, en el sentido de que lo importante son tus capacidades y valores. En la medida que tienes capacidad de aprendizaje, tienes capacidad de crecimiento dentro de la organización. En Formación Universitaria tenemos muy claro y estamos orgullosos de que nuestra misión sea mejorar la vida de los demás a través de la formación”. Y recalca que su caso es un claro ejemplo, ya que previamente no había tenido experiencia alguna en el sector formativo.
Miguel Martín, que conoce muy bien la organización, se centra en la fortaleza de los valores de la empresa. “La lealtad es uno de los valores más visibles y practicados tanto interna como externamente por Formación Universitaria con todos sus grupos de interés. Y lo hace desde la estabilidad laboral, desde un clima organizativo de confianza y tranquilidad en el desempeño de tus funciones. Y es algo que practican todos los directivos, partiendo de nuestro CEO. Una muestra de este clima es la escasa rotación de la plantilla”.
Tras esta intensa conversación, los profesionales de la institución académica concluyen que Formación Universitaria trabaja con conciencia y compromiso en la construcción de una “cultura que promueve la diversidad como enriquecimiento de todos, con un fuerte compromiso con los valores y una visión de la actividad corporativa con propósito”.
Un alineamiento de fines que está en consonancia con los principios de la Carta de la Diversidad, promovida por la Unión Europea y por la Fundación Diversidad en España. Aquellas empresas y organizaciones que se adhieren a esta Carta muestran su especial sensibilidad y la puesta en marcha de medidas efectivas en la promoción e impulso de la igualdad de oportunidades y de “respeto a la diversidad, incluyéndolos como valores de la empresa y difundiéndolos entre su personal”. Realizando para ello una comunicación efectiva para su difusión.
Una diversidad que no puede quedarse solo de puertas para adentro, sino que también tiene que mirar para afuera. Más aún en un segmento de actividad tan diverso y con necesidades personales específicas como es el de la formación. De ahí, como incide el sexto principio de la propia Carta de la Diversidad, la necesidad de “reconocer la diversidad de sus clientes, siendo esta también, fuente de innovación y desarrollo”.

Una gestión de la diversidad gestionada tanto para dentro como para fuera
Gestión del cambio
Uno de los grandes desafíos que plantea el compromiso y la apuesta por la diversidad dentro de la organización es cómo gestionar el cambio y ser capaz de acompasar las distintas visiones que sobre el negocio y la propia vida tienen las diferentes generaciones.
Que se produzcan resistencias al cambio en una corporación integrada por más de 250 personas es lógico y natural. Sin embargo, los profesionales de Formación Universitaria explican que la empresa se preocupa por comunicar constantemente y de hacer de la Responsabilidad Social Corporativa en sus tres variables (económica, ambiental y social) una política con contenido y no una moda vacía con más marketing vacuo que otra cosa. Lo que en opinión de todos ellos “facilita mucho las cosas a los empleados”.
“La gestión real de la diversidad no se queda solo en el género y lo generacional, sino que avanza hacia lo cultural”
Es más, Estefanía García y Lara Atalaya argumentan que el “cambio es vida y es positivo. Una empresa que no cambia y no se adapta muere”. Estefanía precisa aún más: “la incorporación de gente joven, con muchos conocimientos nos obliga al resto a observar más e ir más al detalle en cada una de nuestras tareas, lo que redunda en la calidad del servicio a los estudiantes”.
Ese equilibrio entre el cuidado al cliente y a las personas que conforman la propia organización es la razón por la cual Formación Universitaria se define a sí misma como una institución “persona céntrica”. Es decir, las personas se convierten realmente en el centro de toda acción, medida o estrategia.
Estilo de liderazgo
Llegados a este punto, el periodista pregunta por el siguiente nivel. ¿Qué tipo de liderazgo o estilo directivo hay dentro de la institución académica para que todo esto aflore?
Estefanía Pérez lo define con claridad: “Desde la Dirección General se promueve la colaboración más que la competencia, porque somos una empresa muy consciente de nuestros valores y misión, que quiere avanzar en la diversidad real no solo generacional y de género, sino que seguirá hacia lo cultural”.
Coinciden en que el estilo de liderazgo que permea su CEO es un “liderazgo abierto y participativo”. Que incide en la consecución de “objetivos grupales” con la finalidad de que la organización crezca con sentido, siendo “referente en la formación de personas a través de nuevos conocimientos, competencias y habilidades”.
Una manera de hacer empresa, remarcan los participantes en este reportaje, “que se ha reforzado con la pandemia”, como un efecto reafirmante y provocador de nuevos cambios.
“¿Cómo ves Formación Universitaria en el futuro?”
Y como todo proceso es en el fondo una evolución, no una simple línea recta jalonada de hitos más o menos importantes, más o menos llamativos, hemos preguntado a los ochos profesionales de Formación Universitaria cómo ven la institución en el futuro. ¿A qué Formación Universitaria les gustaría pertenecer mañana? Y estas son sus respuestas, que contienen mucho de propuestas.
· Miguel Martín: Más internacionalizada.
· María José Llorente: Con más oferta y en el top 3 nacional.
· Estefanía García: Como el gran referente en excelencia del sector.
· David Palomo: Impulsora de nuevas alianzas positivas, con nuevos partners y títulos oficiales.
· Rosalía Ventura: Una organización muy innovadora y con capacidad de fidelización.
· Lara Atalaya: Empresa volcada con la calidad, las personas e incorporando la presencialidad.
· David Anaya: Aliada con la mejora constante.
· Estefanía Pérez: Aún más global y al nivel de otras instituciones universitarias punteras.