“Dificultar las relaciones comerciales no es la mejor forma para avanzar, al contrario el desarrollo se produce con intercambios económicos en sistemas abiertos”

El secretario general de la ICC, John Denton, en la Cámara de Comercio de Sevilla

Los Comités Nacionales Europeos de la Cámara de Comercio Internacional (ICC) se dieron cita a comienzos de mes en la Cámara de Comercio de Sevilla para analizar el impacto de la digitalización y la inteligencia artificial en los documentos y contratos de comercio internacional. Aprovechamos la ocasión para hablar con el secretario general de la ICC, John Denton, de cómo afecta la situación geopolítica actual a los intercambios económicos y empresariales mundiales.

¿Qué ha supuesto la reunión de los Comités Nacionales Europeos de la Cámara de Comercio Internacional en Sevilla con el objetivo de avanzar en digitalización y en armonización de los contratos internacionales?

El nuestro es un mundo global lleno de retos y oportunidades. Por lo que nuestra reunión de los Comités Nacionales Europeos ha sido una gran ocasión para constatar e impulsar el comercio global como uno de los grandes activos para las empresas y, por lo tanto, para el desarrollo económico y la prosperidad. Y Sevilla ocupa un lugar muy destacado a este respecto. De hecho, en la capital andaluza está ubicado uno de los Centros de Emprendimiento de la Cámara de Comercio Internacional en el Sur de Europa.

¿Qué balance puede hacernos, precisamente, de la trayectoria del Centro de Emprendimiento de la ICC?

La Cámara de Comercio Internacional cuenta con 14 Centros de Emprendimiento, de ellos tres en Europa: Sevilla, Estambul y Ucrania. En el caso concreto de Sevilla estamos muy contentos con la evolución del centro, ya que permite el acceso a nuevas oportunidades a emprendedores, con un papel muy relevante de la mujer, lo que contribuye al desarrollo del tejido empresarial y a la resiliencia de la economía española. Se ha impulsado la creación de más de 200 empresas, con un alto componente digital y de innovación, con una vocación internacional, mirando más allá de sus propias fronteras.

¿Cómo acabará impactando la compleja situación geopolítica actual en el comercio internacional?

Es cierto que nos encontramos en una situación geopolítica compleja. Considero que las políticas proteccionistas no son buenas para el desarrollo, la división existente lo amenaza. La guerra de Ucrania, la situación en Oriente Medio y el peso de China en la cadena de suministro de materias primas y componentes dibujan un panorama de extraordinaria complejidad. El gigante asiático como gran productor mundial tiene un alto impacto en la cadena de valor, y esto tensa las relaciones con Estados Unidos. También se encuentra la cuestión del papel del Sur global. Todos estos son retos a los que se tiene que enfrentar el comercio internacional. La digitalización de la economía puede aportar nuevos avances en estos escenarios.

Tensiones que han provocado, entre otras cosas, una importante escalada de precios en los últimos años que parece que va moderándose. ¿Estamos revirtiendo la erosión inflacionista?

Vivimos momentos de profundos cambios. De manera que la transformación digital no solo impacta en lo económico, sino también en lo político. Cambios que no se están produciendo al mismo ritmo, ni en las mismas condiciones en todos los países. Lo que provoca la erosión de confianza en las economías avanzadas por parte de aquellas otras menos prósperas.

Vivimos momentos de profundos cambios. De manera que la transformación digital no solo impacta en lo económico, sino también en lo político

Hay que tener en cuenta que aún hay un porcentaje muy alto de países que van a remolque en cambio digital. En cualquier caso, soy optimista y todo parece apuntar a una contención en la escalada de precios, lo que aliviará la presión de la inflación.

Cuando hablamos de comercio internacional no solo podemos pensar en los movimientos monetarios y las divisas. Debemos pensar, y mucho, en el intercambio de materias primas…

Los dos últimos años dejan un escenario con demasiadas variables en juego. De persistir esta situación, el sistema de comercio internacional sufrirá y se verá afectado. Y el mayor riesgo lo constituyen las alrededor de 300.000 nuevas barreras al comercio creadas por las diferentes normativas. Como es lógico esto tiene un impacto muy relevante en los intercambios comerciales. De forma más acusada en África, Latinoamérica y en gran parte de Asia. Dificultar las relaciones comerciales no es la mejor forma para lograr el desarrollo de las comunidades. Al contrario, las posibilidades de desarrollo y crecimiento se producen con una visión favorable y aperturista de estas relaciones.

Aboga por esa visión aperturista, sin embargo, gran parte de la actividad económica y comercial mundial se concentra o está impulsada por países con regímenes poco democráticos y abiertos. ¿No es preocupante? ¿No es una manera de distorsionar una competencia global ética y legítima?

Aunque esto es real, en el concierto internacional hay un movimiento y consenso tendente a garantizar el respeto a la apertura comercial, o al menos a un porcentaje de apertura lo suficientemente amplio. La economía absolutamente autárquica no tiene sentido alguno. Los datos de crecimiento del G7, la evolución de los países de Oriente Medio, con la incertidumbre generada por la guerra, y el potencial económico de los llamados BRICS, incluyendo a China y el panorama en el que se haya Rusia, son buena muestra de ello. Por supuesto, desde la Cámara de Comercio Internacional abogamos por relaciones institucionales estables y con lealtad diplomática por parte de los estados.

Ha señalado las nuevas oportunidades que abren los avances tecnológicos. Pero ¿la Inteligencia Artificial va a provocar un salto aún mayor, sin precedentes, con la entrada en una nueva era aún por perfilar?

Lo que parece evidente es que la Inteligencia Artificial puede cambiar el ritmo de las oportunidades para ciudadanos, empresas, regiones y países. Se trata de una tecnología que no está exenta de peligros. Pero utilizada con ética, sustentada en los derechos de los ciudadanos, en el desarrollo humano, sin excluir a nadie, será muy positiva y sumará, sin duda, al comercio entre las sociedades.

Mucho se ha hablado y se habla del papel de las pymes en la economía globalizada, de todo el potencial que poseen. No obstante, los gobiernos de todo signo político no hacen más que apelar a la necesidad de contar con grandes corporaciones en sus territorios.

Una cosa no está reñida con la otra. Quién puede negar la necesidad de contar con empresas y corporaciones tractoras en sus territorios. Ahora bien, no hay más que mirar los datos para confirmar el papel insustituible de las pymes en cualquier lugar del mundo. Las pymes aportan una estabilidad muy importante a las economías de sus zonas.

De hecho, suponen entre el 80 y el 90%, según los casos, de toda la actividad empresarial que se desarrolla en el mundo. Apoyar a las pymes resulta esencial para garantizar la estabilidad económica, empresarial, de empleo y social de los territorios.

Usted defiende una economía abierta a salvo de los rigores del proteccionismo. ¿Teme una posible vuelta de Trump a la presidencia de los Estados Unidos?

No creo que, en realidad, haya mucha diferencia práctica entre la política comercial llevada a cabo por el Gobierno Biden con respecto a la de Trump. Una cosa son los mensajes de las campañas electorales y otra lo que se acaba haciendo de verdad. Si su lema es: “América primero”. El nuestro es: “el comercio internacional primero”.