David Páez (CTA): “La innovación es un acelerador de la internacionalización y un potente factor de atracción de inversión a tu territorio”

CTA ha alcanzado el proyecto número 50 financiado por la Comisión Europea en el participa

Los datos de las exportaciones andaluzas están ahí, y los índices de apertura de las empresas de la región también. ¿Cuáles son los nuevos retos, entonces, para las firmas andaluzas a tenor del impacto de las tecnologías y la nueva globalización? Conversamos sobre estos y otros temas de especial relevancia con el director de Desarrollo de Negocio de CTA, David Páez Rodríguez.

Los proyectos internacionales y la actividad de internacionalización es un eje estratégico para CTA. ¿Qué balance puede hacernos de lo que va de ejercicio?

Lo cierto es que 2023 está siendo un ejercicio con gran actividad en el área internacional. Evidentemente, se ha normalizado mucho la situación tras los momentos críticos que supuso la pandemia. Se han retomado de nuevo las reuniones técnicas, de desarrollo y trabajo de las empresas en el ámbito exterior y eso se ha notado con claridad. En 2022, las demandas y necesidades de las empresas a CTA en relación con la internacionalización se incrementaron alrededor de un 25%, y para este año se situará en torno al 30%.

Ya que cita los estragos que supuso la pandemia, ¿los avances tecnológicos, la experiencia vivida tras la irrupción del virus, la propia situación geoestratégica está cambiando el modelo de internacionalización que ha imperado en las dos últimas décadas?

Por supuesto que se han producido y seguirán produciéndose cambios, pero no es lo mismo exportar productos que exportar servicios. En el caso de los productos, tras los cuellos de botella provocados por la pandemia, se está apostando cada vez más por cadenas de suministro más cortas, localizando más cerca la producción de su mercado final de consumo. Podríamos definirlo como una globalización más localizada, más cercana.

Sin embargo, para la prestación de servicios, en la mayoría de los casos, ya no es necesario estar físicamente en el mercado o la zona donde se encuentra el cliente. La distancia no es un hándicap y, por tanto, la tecnología permite la proximidad desde cualquier parte del mundo. Abriendo, así, nuevas oportunidades para las empresas.

¿Qué sectores son los más proactivos, los que están tirando del carro en proyectos internacionales o con actividad más internacionalizada?

En la actualidad, la actividad internacional es de interés para todos los sectores económicos. Podemos reseñar grandes áreas con gran crecimiento y potencial como son las tecnologías y todo lo que implica la transformación digital, así como la sostenibilidad, que se han convertido en tendencias transversales de la economía a escala global.

A este respecto, modestamente, CTA ha jugado un papel destacado y relevante a lo largo de su trayectoria, tanto desde el punto de vista de concienciación, como de acompañamiento y asesoramiento a las entidades y empresas.

¿Qué proyectos cabría destacar de esta labor de Corporación Tecnológica de Andalucía?

Un hito muy relevante para CTA es haber alcanzado el proyecto número 50 financiado por la Comisión Europea en el que participamos. Una cifra de la que seguramente pocas entidades pueden presumir. Este año hemos alcanzado una captación de fondos europeos muy notable, incluyendo proyectos de financiación en cascada muy relevantes. Además, para la fundación también es estratégica su participación en proyectos multilaterales.

CTA ha alcanzado un hito muy relevante: ya hemos participado en 50 proyectos financiados por la Comisión Europea

Buena muestra de ello ha sido la firma de un contrato con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para diseñar el proyecto de desarrollo de un Digital Innovation Hub (DIH) en la capital de Colombia, Bogotá. El objetivo del servicio de consultoría contratado por el BID a CTA es la preparación de una propuesta y plan de acción para implementar este hub.

¿Y cuáles son los mercados prioritarios tanto de las empresas que participan en los proyectos y programas como de la propia Corporación?

Las empresas de CTA suelen tener más intereses en aquellas zonas y mercados en los que ya operan, donde están más consolidadas, o consideran que tienen más oportunidades. De ahí que la Unión Europea y Latinoamérica tenga un peso muy relevante. En el caso de América Latina, países como Perú, Colombia, Costa Rica o Panamá presentan una certidumbre política y económica muy atractiva para nuestras empresas.

También estamos trabajando en explorar nuevas oportunidades en África, en especial, en la región norte. Son mercados con necesidades de crecimiento en infraestructuras, renovables y materias primas. Las empresas tienen oportunidades de aportar al desarrollo económico de estas regiones.

¿La guerra en Ucrania está afectando de algún modo a iniciativas que se estén llevando a cabo o que estuvieran previstas en países de Europa del Este?

De forma directa, lo cierto es que no. Ucrania no es un mercado con tanto peso para las empresas de nuestro ecosistema. Evidentemente, como clúster de innovación transversal propiciamos la colaboración internacional, incluidos los países de Europa del Este, pero los intercambios económicos en la zona no tienen un gran impacto en la labor que realizamos.

Los datos de las exportaciones españolas y andaluzas son muy buenos, incluso batiendo récords de la serie histórica. ¿Es un signo inequívoco de la madurez y solidez de nuestro sector exterior, de una creciente internacionalización de nuestra economía o aún quedan cosas por hacer y mejorar?

En España y Andalucía hemos experimentado un gran avance y crecimiento en las últimas décadas. Es algo evidente y constatable. A este respecto, tanto el ICEX como Extenda, integrada ya en la Agencia Andalucía TRADE, han realizado y están realizando un gran trabajo. Las políticas, las ayudas y la formación han hecho de la economía española, una economía abierta y cada vez más internacionalizada. Eso no significa que ya esté todo hecho, y que no haya retos y desafíos. De hecho, debemos crecer de forma equilibrada y armonizada tanto en productos como en servicios.

La capacidad de trabajo y adaptación de los profesionales españoles es muy grande fuera. Nos adaptamos bien a entornos culturales diversos, incluso mejor que los de otros países tradicionalmente con más marchamo. Y ese es un valor relevante.

Desde el punto de vista de la función directiva de las empresas andaluzas, a su juicio, ¿se ha incrementado la profesionalización en la gestión de todo lo que implica un proceso de internacionalización o sigue siendo un déficit por solventar?

Tenemos muchos modelos y grandes ejemplos en todos los niveles de empresarios y directivos que son referentes. Desde el ámbito de la ingeniería, al aeronáutico o el hortofrutícola, por citar algunos sectores. Tenemos una gran concentración de talento, algo con lo que no muchas regiones del mundo cuentan. Lo que sí nos hace falta es lograr una mayor visibilidad de estos modelos, de manera que se alcance mayor repercusión e influencia en centros importantes de decisión.

Puesto que la innovación es un acelerador de la internacionalización, también es un activador de la exportación de I+D+i local hacia el exterior, y viceversa. Y un potente factor de atracción de inversión hacia el propio territorio, generando así un flujo de conocimiento y talento que retroalimenta al tejido empresarial, económico y social de la región.