
“No solo tratamos de contribuir con proyectos de impacto social y medioambiental, sino que también tratamos de inspirar a otras instituciones y organizaciones”- Entrevistamos al rector de la Universidad Loyola, Fabio Gómez-Estern Aguilar, sobre los objetivos, retos y desafíos de la institución

El rector de la Universidad Loyola en el campus de Dos Hermanas (Sevilla)
Coincidiendo con el lanzamiento y presentación mañana en el Espacio CaixaForum Sevilla del Atlas de la Empresa Comprometida de Andalucía, una iniciativa conjunta de Economía Digital y Mercados21, aprovechamos para conversar con el rector de la Universidad Loyola, Fabio Gómez-Estern Aguilar, como una de las entidades que respalda y patrocina este iniciativa. Hablamos con él de los principales objetivos y retos de la institución en ámbitos como la internacionalización, la formación, la sostenibilidad y la relación universidad-empresa.
La Universidad Loyola se encuentra en un consolidado proceso de crecimiento, como universidad andaluza de referencia en ámbitos como la investigación y la empleabilidad. ¿Qué objetivos fundamentales se ha marcado la institución a corto y medio plazo?
Con la renovación del equipo rectoral hace algo más de un año hemos realizado algunos ajustes en nuestra estructura y organigrama. La universidad cuenta ahora con cuatro vicerrectorados que gestionan la actividad de la institución con el apoyo de las direcciones funcionales. Son los vicerrectorados de Investigación, de Planificación Académica; de Docencia e Internacionalización y de Tecnologías y Evolución Digital.
Nuestro reto es contar con la reputación, la excelencia y una oferta formativa atractiva que nos permitan alcanzar un número de estudiantes que hagan sostenible a largo plazo nuestro proyecto como obra apostólica de la Compañía de Jesús. En el ámbito interno, hemos de consolidar los cambios organizativos, la implementación de nuevos procedimientos y el despliegue de nuevas tecnologías que sirvan de palanca para llevar a nuestra universidad a un siguiente nivel. En el ámbito externo, este curso debe alumbrar la nueva Ley Universitaria para Andalucía en la que esperamos se establezca una igualdad de condiciones y de exigencias para todas las instituciones que formamos parte del sistema universitario andaluz.
Nuestro objetivo no es ser grandes en tamaño, sino crear conocimiento y formar a los mejores futuros profesionales, que puedan ayudar a responder a los retos que el mundo tiene por delante. No tratamos de preparar estudiantes robotizados hiperespecializados para maximizar exclusivamente su productividad o competencia técnica.
Creemos que este modelo está a punto de agotarse a causa de la capacidad enorme de automatización que acarrea la inteligencia artificial. Por el contrario, nos preocupamos por que nuestros estudiantes tengan una formación humana y profesional profunda y amplia, dentro de un paradigma pedagógico que se articula en cuatro dimensiones: humanitas, utilitas, iustitia y fides.
Igualmente, la institución está ampliando su portfolio de titulaciones y programas. ¿Cuál está siendo la evolución de los incorporados más recientemente? ¿Por qué otros nuevos títulos apuesta Loyola?
Desde su fundación, la Universidad Loyola ha experimentado una expansión significativa en su oferta educativa, adaptándose continuamente a las demandas sociales y del mercado laboral. Prueba de ello es que el curso 13/14, el primero de la Universidad Loyola, comenzamos con 7 grados simples, y en el presente curso 24/25 impartimos 31 grados simples y 22 grados dobles.
Una de las áreas en las que más hemos crecido en los últimos dos años es la de Ciencias de la Salud, reflejando nuestro compromiso con la formación de profesionales altamente capacitados que puedan enfrentar los retos sanitarios del futuro.
Nuestro objetivo no es ser grandes en tamaño, sino crear conocimiento y formar a los mejores futuros profesionales, que puedan ayudar a responder a los retos que el mundo tiene por delante
En esta línea, hemos incorporado desde el curso 22-23, y especialmente desde el pasado 23-24, grados como el de Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Biotecnología, Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Nutrición Humana y Dietética y Farmacia que han sido diseñados con un enfoque integral y práctico, y que han sido desarrollados en colaboración con instituciones de salud líderes, lo que permite a nuestros estudiantes adquirir experiencia directa en el manejo de pacientes y en la implementación de cuidados de salud de calidad.
Además, estamos explorando la posibilidad de ampliar nuestra oferta en el ámbito sanitario con nuevos posgrados, siempre alineados con las necesidades actuales del sistema de salud y con un fuerte énfasis en la investigación aplicada. Y también tenemos previsto crecer en el área de Ingeniería (como novedades para el próximo curso tenemos los grados de Ingeniería Aeroespacial e Ingeniería Biomédica que están en proceso de verificación por la ACCUA).
La internacionalización es una de las señas de identidad de la Universidad. De hecho, en este curso ha batido récord de número de alumnos internacionales. ¿Cuáles son las principales países y regiones de procedencia? ¿Qué busca este perfil de alumnos en Loyola?
En la Universidad Loyola, la internacionalización es uno de los ejes estratégicos. Prueba de ello es que los datos del último informe de la Fundación CyD indican que Loyola es la primera universidad de Andalucía en volumen de estudiantes participantes en programas de movilidad internacional (15,92% del total de matriculados), a más de 7 puntos de la UPO, y doblando al resto de universidades andaluzas. Lideramos asimismo el ranking andaluz en porcentaje de docentes de procedencia extranjera (6,30%, más de 3 puntos por encima de la UGR), lo que, muestra la capacidad de atracción de profesorado de fuera de tu sistema universitario y el reconocimiento de Loyola a nivel internacional.
Con la creación del Vicerrectorado de Docencia e Internacionalización se apuesta por la mejora continua de la actividad docente de la universidad, incluyendo el despliegue y supervisión de las metodologías docentes, la innovación y las tecnologías digitales en los entornos de aprendizaje, así como acciones destinadas a la mejora de la experiencia completa del estudiante. Esta actividad busca asegurar la excelencia académica y potenciar la internacionalización de la institución.
En este curso 24/25 los campus de Córdoba y Sevilla acogen a 349 estudiantes internacionales procedentes de más de 40 países. Por un lado, 34 estudiantes extranjeros han elegido Loyola para estudiar su Grado o Doble Grado completo, lo que refuerza la apuesta de la Universidad por la captación de talento internacional.
Por otro lado, estudiarán durante el primer semestre, y algunos durante todo el curso académico, 141 estudiantes de programas de intercambio en Córdoba y 174 en Sevilla, integrándose con el alumnado de Loyola en las aulas.
Los 34 estudiantes internacionales que se han matriculado para realizar su Grado o Doble grado provienen principalmente de Latinoamérica, pero también de países como Estados Unidos, China, Francia o Marruecos. Entre las titulaciones elegidas destacan el Grado en Administración y Dirección de Empresas, el Doble Grado en Comunicación Audiovisual y Creación y Producción Musical y Doble Grado en Derecho y Relaciones Internacionales.
Los estudiantes de intercambio provienen, en su mayoría, de países como Alemania, Polonia, Francia y Países Bajos, aunque también realizan su estancia alumnos americanos, africanos y asiáticos.
Como novedad, este curso académico, 17 estudiantes procedentes de América Latina, África, Líbano y Ucrania recibirán una beca Erasmus KA171, gracias al Programa Erasmus+, que promueve la internacionalización con determinadas regiones, priorizando a estudiantes en situación de menos oportunidades.
Además, durante el primer semestre, 14 estudiantes de Europa, Latinoamérica y África han realizado prácticas en servicios y departamentos de Loyola, pudiendo apoyar su estancia con becas erasmus K131 y K171.
En su intervención de apertura de curso, abogó por la excelencia en la formación y los servicios que presta la Universidad Loyola. E hizo mención especial a la labor investigadora para afianzar los estándares de calidad que persigue. ¿Qué supone para la Universidad este objetivo estratégico?
Mantenemos nuestro objetivo de convertirnos en una Doctoral Research University en ciencias sociales y tecnología. Una universidad que no sólo sea reconocida por la calidad de su educación, sino también por la amplitud, importancia, trascendencia e impacto de su investigación. La investigación es fundamental para mantener la excelencia académica y además impacta directamente en la transformación social, algo que, como institución jesuita, es parte de nuestro ADN.
En tan solo 10 años, Loyola ha conseguido posicionarse en las diferentes clasificaciones nacionales e internacionales de universidades más destacadas en el ámbito de la investigación.
En 2024 la Universidad se situó por primera vez en el Top 500 de las mejores universidades del mundo en las áreas de Economía y Psicología según el Ranking Shanghai Academic by Subject, una clasificación que se realiza anualmente y que ordena a las universidades del mundo por materias académicas en función del impacto de sus publicaciones científicas durante el periodo 2019-2023, cuyos datos bibliométricos proceden de Web of Science e InCites.

Hablamos con Gómez-Estern de los principales objetivos de la universidad
Asimismo, continúa avanzando puestos en el ranking de Times Higher Education (THE) en la última edición y tres investigadores de Loyola – Juan Carlos Serrano, Antonio Ariza Montes y Carlos Ortiz Domínguez- se mantienen en el ‘Ranking of the World Scientists: World’s Top 2% Scientists’, que elabora la Universidad de Stanford (California, EE.UU.), entre los científicos más prestigiosos del mundo fundamentado en la producción científica y el número de citas a partir de la base de datos Scopus.
Además, según el ranking CyD Loyola ya se sitúa en cuarta posición en cuanto a publicaciones por profesor (5,82), a solo una centésima de la Universidad de Granada (5,83), y en segundo lugar en sexenios de investigación vivos, solo por detrás de la Universidad de Jaén.
Por otro lado, el Ranking de investigadoras españolas y extranjeras en España según Google Scholar elaborado por el CSIC, incluyó, por su parte, a ocho investigadoras de la Universidad Loyola. Esta lista tiene como objetivo incrementar la visibilidad de las investigadoras españolas y su trabajo.
La institución ha prestado especial atención al concepto de sostenibilidad desde sus inicios. De hecho, el propio campus de Dos Hermanas (Sevilla) cuenta con certificaciones de las instalaciones en este sentido. En su opinión, ¿hemos entrado en un tiempo en que la actividad empresarial y económica o es sostenible o no será de ningún modo?
Nuestra identidad Jesuita ya integra las Preferencias Apostólicas Universales, fruto de un largo discernimiento en común dentro de la Compañía, entre las que está la referida al necesario cuidado de nuestra Casa Común. En este sentido, trabajamos en la protección y renovación de nuestro planeta y nos preocupamos por ello en varios sentidos. No solo tratamos de identificar áreas en las que podamos contribuir desde nuestra experiencia investigadora con proyectos de impacto social y medioambiental, sino que también tratamos de inspirar a otras instituciones, empresas y personas, especialmente a nuestros estudiantes, en esta cuestión que nos afecta a todos.
En tan solo 10 años, Loyola ha conseguido posicionarse en las diferentes clasificaciones nacionales e internacionales de universidades más destacadas en el ámbito de la investigación.
Tanto la forma de actuar de las empresas en sus procesos de todo tipo y sin importar al sector al que pertenezcan, como apoyar o limitar determinadas corrientes en la actividad económica, son dos puntos fundamentales en la agenda para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible que, aunque puedan parecer cada vez parecen más lejanos, son ineludibles.
Las tensiones geopolíticas que estamos viviendo y el resurgir de propuestas políticas claramente proteccionistas, ¿ponen en riesgo esa visión global de la propia sostenibilidad?
Es imposible promover la necesaria sostenibilidad como un valor transversal que esté presente en todos los aspectos de la vida y la actividad de los países, las instituciones, empresas y todo tipo de colectivos si no prestamos atención a lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Las fake news, la desinformación, la polarización, los conflictos armados o económicos o la implantación sin control de determinadas nuevas tecnologías son fenómenos a los que nuestra sociedad se debe enfrentar a diario para eliminar las barreras, no solo para que el mundo sea sostenible y no se precipite al caos climático y económico, sino también para lograr que sea más justo, más humano, más solidario y pacífico.
En la Universidad Loyola nos esforzamos por enseñar a nuestros estudiantes lo que suponen todos estos problemas y cómo enfrentarse a los retos que plantean desde el ámbito formativo en que se encuentran y desde el plano profesional en el que posteriormente deseen desarrollar su actividad.
Para finalizar, nos gustaría que nos concretase cuál es la propuesta de Loyola para impulsar y avanzar en la conexión Universidad-Empresa.
Nuestras relaciones con el mundo de la empresa son, por tradición y por convencimiento, muy amplias y cercanas desde todos los ámbitos de actividad de la Universidad: formativo, investigador, emprendedor e institucional. Estamos convencidos, y por eso venimos desarrollándola desde el inicio, de que la colaboración universidad-empresa es esencial, tanto para los estudiantes como para las empresas, ya que nos permite conectar y actualizar la formación que reciben a sus necesidades, dando una respuesta adecuada a sus necesidades de talento. Y esto, en el contexto actual marcado por el avance imparable de la IA, entre otros retos, es más necesario que nunca.
Por ello, es imprescindible que la Universidad adapte e incorpore a sus planes formativos contenidos que doten al alumnado de esas nuevas habilidades que demandan las empresas; potencie titulaciones para los empleos del futuro y que, además, sea capaz de dar respuesta a las necesidades de adaptación y recualificación de las plantillas de trabajadores ya en activo para maximizar el potencial de esta tecnología.
Además de mantener cientos de convenios con empresas, no solo para prácticas, sino para la colaboración en el desarrollo de programas formativos o para llevar a cabo diversos proyectos de investigación, el sector empresarial está muy presente en la Universidad Loyola de diversas formas: muchos profesionales en activo participan en la formación de los estudiantes como docentes asociados a diferentes titulaciones; participan en foros que conectan el talento universitario con sus necesidades de reclutamiento; colaboran en proyectos de investigación, nos requieren la preparación de informes o consultorías, Alumni de Loyola participan con nosotros en actividades dirigidas a los estudiantes actuales, entre otras acciones.