Mª José Álvarez (Eulen): “El espíritu creador, la responsabilidad y la constancia son los ejes para el éxito de una empresa familiar”

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Redacción   I    redaccion@mercados21.es   I    Síguenos en @Mercados21   I    21/02/2013

La vicepresidenta de Grupo Eulen, María José Álvarez, ha asegurado que “el espíritu creador, la responsabilidad y la constancia son los ejes para el éxito de una empresa familiar”, durante la sesión del VI Ciclo de conferencias ESADE-Deloitte, que se ha celebrado hoy en ESADE Madrid.

Mª José Álvarez (Eulen): “El espíritu creador, la responsabilidad y la constancia son los ejes para el éxito de una empresa familiar” María José Alvarez durante su intervención en el VI Ciclo de conferencias ESADE-Deloitte: La empresa familiar como pilar de la economía. Casos de éxito II.

Basándose en la historia real de su padre, la directiva ha explicado a los asistentes que la “vocación y necesidad” que llevaron a su progenitor a aventurarse al entorno empresarial, han servido para sentar las bases de un negocio caracterizado por el compromiso social, especialmente con la formación, y por su vocación internacional.

En este sentido, para la vicepresidenta del Grupo Eulen “la formación cualifica, personal y profesionalmente … y permite encontrar en el trabajo una vía importante de realización humana”. En cuanto a la internacionalización, Álvarez ha asegurado que a la hora de penetrar en mercados internacionales siempre mantienen su esencia. “La empresa se adapta, el estilo también tiene que cambiar, pero los principios se clonan”, ha apostillado.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo del Patronato de la Fundación ESADE, Pedro Navarrro; y el profesor del Departamento de Política de Empresa de ESADE, Alberto Gimeno, han coincidido en la importancia de destacar que “en España no existe sólo una realidad negativa”, la que destaca tras una mirada global, “sino que también hay empresas en nuestro país que se han gestionado muy bien, y son casos de éxito que nuestra economía debe mirar con atención”.

En palabras de Gimeno, “no hablamos de la empresa familiar en general, sino de casos de compañías familiares que valen la pena” porque “estas familias construyen estrategias de forma diferente, su expectativa temporal y el proceso de su toma de decisiones también son particulares, y todo ello permite hacer cosas que otras compañías no pueden realizar. Cuando una familia controla una compañía puede permitirse que no absolutamente todas las decisiones sean analíticas, porque muchas personas expertas con pasión por un proyecto pueden ver cosas que no son obvias para otros”.

 

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