“Apostamos por un equilibrio entre tecnología y personas con el objetivo de abordar de manera óptima todas las realidades de nuestros alumnos y darles la mejor respuesta”
  • Hablamos con Antonia Guerrero, directora Académica de Formación Universitaria, sobre tecnología, IA y aprendizaje

 en la sección Entrevistas
Mercados21 | “Apostamos por un equilibrio entre tecnología y personas con el objetivo de abordar de manera óptima todas las realidades de nuestros alumnos y darles la mejor respuesta”

Lo relevante para Antonia Guerrero es saber para qué usar las tecnologías

El avance de la Inteligencia Artificial supone todo un reto para la formación directiva y del empleo. Ha abierto nuevos debates, que no siempre se hacen con la debida profundidad y reposo. Y eso es lo que nos proponemos precisamente con la conversación que mantenemos con Antonia Guerrero, directora Académica de Formación Universitaria.

¿Cuál está siendo el impacto del desarrollo tecnológico en el crecimiento de Formación Universitaria y en su oferta formativa?

En Formación Universitaria entendemos el uso y la aplicación de la tecnología como un medio y no como un fin en sí misma. Contribuye a optimizar nuestra metodología de trabajo lean, nos permite una coordinación más eficiente y eficaz en la organización interna e interdepartamental, así como con nuestros colaboradores y partners. Pero todo esto hay que encuadrarlo en nuestro empeño por la mejora continua, por el acompañamiento y orientación cercano a los alumnos en todas las fases y etapas de su formación y aprendizaje.

Gracias a nuestro Campus Virtual y todo su ecosistema, podemos hacer este seguimiento personal en función de las necesidades de cada alumno, y nos permite actuar en todo momento, sin perder el foco ni la perspectiva global de Formación Universitaria. De este modo estamos en disposición de evaluar para actuar y mejorar, para seguir avanzando en excelencia.

¿Prevé que con la Inteligencia Artificial todo este proceso que nos comenta entre en una nueva etapa, en una nueva fase?

Nuestra estrategia se distingue por tener el foco en el alumno y los profesionales que colaboran en Formación Universitaria. Y si los avances tecnológicos, como por ejemplo la Inteligencia Artificial, nos facilitan el acompañamiento y el contacto directo con el alumno debemos utilizarlos con estos fines bien definidos.

Por lo tanto, somos una institución académica muy proactiva en este sentido, haciendo que cualquier sesión a distancia en nuestro Campus Virtual se convierta en una experiencia de clase presencial. La Inteligencia Artificial nos permite automatizar una ingente cantidad de procesos para lograr esta experiencia con ratios excelentes. Postulamos un equilibrio entre máquina/tecnología y personas con el objetivo de abordar de manera óptima todas las realidades de nuestros alumnos y darles respuesta.

Pero hay docentes que no ven con tan buenos ojos las posibles consecuencias de estos avances…

Es cierto que hay docentes que tienen cierto temor al uso que los alumnos pueden hacer con estas tecnologías. Esto tiene más que ver con cómo se realizan los trabajos, que con la selección del conocimiento y la información que se precisan para hacerlos. Tras las preguntas (¿qué puedo hacer y qué debería hacer?) subyace una cuestión ética, tanto por parte de los alumnos como de los profesores.

En el proceso educativo y de aprendizaje es necesaria la acumulación de estrategias y conocimientos por parte del estudiante. Función que hasta hace muy poco solo era posible a través de libros, manuales y bibliotecas. Y que ahora es mucho más accesible, con mayor rapidez y en mayor cantidad gracias a la Inteligencia Artificial.

Desde la vertiente académica y docente, lo que tendremos que valorar es la adecuada y oportuna búsqueda y selección de recursos y conocimientos por parte del alumno, y la organización y uso que de ellos hace. Más aún, en un escenario de generación creciente de contenidos por medio de Inteligencia Artificial generativa, que es a lo que contribuyen aplicativos como ChatGPT.

En línea con esto, ¿tiene sentido prohibir el uso del móvil hasta prácticamente el Bachillerato, como están haciendo las comunidades autónomas?

En términos sociales no creo que sea bueno pensar de manera unívoca. O todo blanco o todo negro. Considero que es positivo observar también todas las escales de grises. A mi juicio, no tiene sentido dar la espalda a la tecnología en el aula, cuando están tan presentes en nuestro día a día, en nuestra realidad. Entiendo que no es una buena solución. Por lo que debemos abogar es por un uso adecuado y acorde con las necesidades de las distintas etapas formativas, adaptándola en todo momento al contexto donde vaya a aplicarse. La cuestión no radica en el uso por el uso. La clave está en preguntarse: ¿para qué queremos usar las tecnologías disponibles?

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La directora Académica de Formación Universitaria

¿Qué marchamo aporta la tecnología a una institución académica?

Lo que buscamos en Formación Universitaria es que tenga un impacto positivo en nuestros alumnos. Más allá de lo tecnológico, debes interrogarte por cuáles son las razones que te hacen diferente, que hacen que te elijan en un mercado tan competitivo y atomizado como el formativo. Estamos convencidos de que lo que nos hace diferente son nuestros valores nucleares, nuestro nivel de exigencia. Aportar a nuestros alumnos el mejor servicio y la mejor formación.

Y para ello ahí están nuestros índices de satisfacción, de aprobados y las distintas certificaciones que constatan los resultados de nuestra labor. Nuestra meta es alcanzar y cumplir los objetivos y compromisos adquiridos con los alumnos. Si solo ofreciéramos tecnología, nuestra propuesta estaría muy incompleta y estaríamos muy lejos de nuestra visión, misión y valores.

¿Y cómo se articula e incorpora a las materias, a los programas y cursos?

Aunque existen muchos perfiles, y depende de la etapa formativa en la que se encuentren, la gran mayoría de estudiantes posee un gran control y dominio de los medios tecnológicos. Trabajamos de forma constante para poner a disposición los mejores desarrollos para nuestra comunidad. De manera que equilibramos el equipo tecnológico y el pedagógico, siempre en sintonía y coherencia.

Buscamos que el uso de toda la plataforma sea sencilla, intuitiva y fácil. Para nosotros la usabilidad es fundamental. Reitero que dentro del seguimiento cercano y continuo que realizamos, según la modalidad formativa y del programa, perseguimos que el alumno se sienta como en una clase presencial, con un contacto permanente con profesores y tutores, a los que puede consultar dudas, con una plataforma donde puede acceder a vídeos o a recopilaciones de material de los docentes.

¿A qué ritmo se actualiza la oferta formativa?

Cada año incorporamos nuevos programas y estudios, por lo que con cada nueva convocatoria anual actualizamos nuestra oferta formativa. A este respecto, somos muy dinámicos y, desde el área Académica, mantenemos reuniones y contactos frecuentes con editoriales, con partners y colaboradores para estar a la vanguardia. Desde los títulos de formación profesional a través de las pruebas libres, los cursos adaptados a los certificados de profesional a través de la acreditación de competencias profesionales hasta los acuerdos que mantenemos con distintas universidades.

¿Qué objetivos os habéis marcado en el futuro más próximo?

La Inteligencia Artificial sigue dando pasos y no podemos ser ajenos a esta realidad, ni darle la espalda sin más. Así que nuestra obligación como institución académica es estar al día. Pero eso no significa que tengamos que incorporar todo lo que va surgiendo. Sino que debemos centrarnos en aquellas herramientas que de verdad aportan a la organización, que nos facilitan prestar un mejor servicio a los alumnos. Teniendo en cuenta que cada año se forman aproximadamente 10.000 alumnos, para Formación Universitaria es esencial trabajar en la mejora continua de la experiencia, en la monitorización y evaluación tanto de los estudiantes como de nuestro desempeño, con la incorporación de esos nuevos contenidos y temáticas que ya he comentado.

¿Cómo se alinea lo que nos ha explicado con el propósito de la organización?

Ahí es donde se encuentra la clave para hacer un buen uso de la tecnología en cualquier empresa, corporación o entidad. En no perder nunca de vista ni el foco de por qué y para qué la estás utilizando. Y si nuestro propósito es ofrecer formación de calidad que contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas, pues a la consecución de este propósito tienen que orientarse todos nuestros recursos.

¿Considera que tras la pandemia se ha producido una mejora en la reputación y la percepción de la formación online?

Con la pandemia muchas empresas del sector tuvieron que adaptarse de manera urgente y a la carrera a la nueva situación. Así que tuvieron que hacer una especie de adaptación al medio online de manera forzada, urgida por lo que estaba ocurriendo. Ese no fue nuestro caso ni mucho menos. Somos una institución formativa pura y plenamente online, convencida de los valores y ventajas que aportamos. Otras empresas y profesionales han tenido que comprobar que no solo lo presencial tiene por qué ser sinónimo de calidad.

La cuestión radica en trabajar bien tu customer journey (tu pasillo de cliente) y ofrecer soluciones continuas con altos estándares de calidad en cada uno de los puntos de contacto que mantienes con el alumnado. Ser mejor o peor no radica en los medios que utilizas, sino en la intencionalidad con la que los utilizas. Si es para el bien de las personas, es garantía de que vas en la buena dirección.

 

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